A principios de octubre, Murcia volvió a latir al ritmo de The Secret Party, el festival que ha conseguido que la electrónica brille a plena luz del día.
Más de un millar de personas disfrutaron de una jornada abierta y diversa que mezcló música, artes visuales, gastronomía y experiencias creativas en el emblemático Auditorio Parque de Fofó.
Durante más de doce horas, el público viajó desde el dub experimental hasta el house y disco más luminoso, pasando por el underground sofisticado y los sonidos retro-futuristas.
En el cartel, figuras destacadas como Dubnium Sound System + Chica, Munda (Selu Herráiz), Cinema Paradisco Showcase (Plinio b2b Fran Ayala), Zurdo & Cobarrro y el esperado cierre del colectivo valenciano theBasement SoundSystem, creadores del mítico festival Días de Campo.
Más allá de los sets, The Secret Party desplegó un paisaje cultural en el que el arte también tuvo un papel central con las proyecciones de Pecado Pixelado, pionera del videoarte con estética retro y mensaje social, y el trabajo de Haz Media, que transformó la arquitectura del auditorio en una experiencia visual inmersiva e inolvidable.
La creatividad más artesanal y familiar se extendió por todo el recinto: talleres de collage con Electric Girl, cerámica con Tilde, macramé con Waylluy Artesanía o creaciones botánicas con Florecilla Salvaje convivieron con el espacio Textil Lab, un laboratorio de moda circular con el intercambiador de ropa by Modalogía y marcas como Proyecto Abraham o Abotonarte.
Completaron la experiencia un market de artesanía y gastronomía local, zona food truck y un espacio chill out que ofreció el contrapunto perfecto al ritmo de la pista.
“The Secret Party nace para demostrar que la música electrónica puede convivir con la ciudad y convertirse en cultura.
Este año Murcia lo confirmó con una edición de calidad, diversa y profundamente humana”, afirma Borja Valdor, CEO de Suricatta Entertainment.
The Secret Party, organizada con el apoyo de Wakamono, Estrella Galicia y el Ayuntamiento de Murcia, consolida con esta edición su posición como una de las citas más singulares de la agenda cultural murciana: un encuentro intergeneracional y familiar entre arte, música y conciencia que sigue demostrando que el pasado, presente y futuro de la electrónica puede escribirse a la luz del día.