Concluye la primera edición del programa 'Faltómetro', impulsado por la Concejalía de Bienestar Social, Familia y Salud, que ha contribuido a reducir el absentismo escolar en los centros educativos del barrio del Espíritu Santo. Más de 250 menores se han beneficiado durante este curso de esta iniciativa educativa y comunitaria, basada en la motivación positiva y el fomento del deporte, desarrollada en colaboración con entidades sociales, centros educativos y sanitarios del entorno.
El proyecto ha demostrado su eficacia en un contexto donde los índices de absentismo superaban el 60% en momentos puntuales, logrando una mayor adherencia del alumnado a las clases y reforzando su compromiso con la asistencia regular.
Así, el 'Faltómetro' consiste en una herramienta visual y manipulativa en forma de termómetro que el propio alumnado gestiona con la supervisión del profesorado. Con cada día de asistencia, el termómetro baja, cambiando del color rojo de las ausencias al verde.
Los menores que participan activamente y mantienen su ‘Faltómetro' a cero son reconocidos con felicitaciones públicas, material deportivo, merchandising y la organización de actividades extracurriculares como gincanas, juegos populares y eventos deportivos en el Pabellón de Espinardo. Cada mes, el faltómetro se reinicia y brinda una nueva oportunidad a los alumnos para mantener su compromiso.
Además, hoy se han entregado más de 50 diplomas como reconocimiento al esfuerzo y la constancia de los estudiantes.
La concejal de Bienestar Social, Familia y Salud, Pilar Torres, ha destacado que se trata de un proyecto que "va a ser un gran referente en el municipio de Murcia" y que "ha tenido muchísima adherencia y motivación por parte del alumnado, pero también por parte del profesorado".
La iniciativa, dirigida a alumnado de entre 5 y 16 años, pone especial énfasis en los tramos más críticos, a partir de los 12 años, donde se registra el mayor índice de absentismo.
Importancia de la colaboración en red
El programa se ha desarrollado con la colaboración en red entre el Ayuntamiento de Murcia, a través de la Concejalía de Bienestar Social, Familia y Salud, con entidades como Coordinadora de Barrios, CEPAIM, Cáritas y Hábitat, y los centros escolares La Milagrosa y Salzillo, así como los centros de salud de la zona. Torres ha subrayado la importancia de este trabajo en red, y ha subrayado que se ha logrado que "los alumnos, con un refuerzo positivo y una motivación, quieran venir a clase y hacer suyo este termómetro".
La concejal también ha insistido en el impacto estructural del proyecto. "Lo que queremos es replicar este modelo de buenas prácticas a otros barrios que lo puedan necesitar", ha apuntado.
Según Torres, "solo si ellos se sienten parte de este proyecto es como vamos a conseguir ese cambio generador que es lo que buscamos: transformar barrios y transformar ciudades". Con este enfoque, el Ayuntamiento de Murcia aspira a extender el modelo del ‘Faltómetro' a otros puntos del municipio que puedan presentar desafíos sociales y educativos similares.
