La asociación ecologista AMACOPE exige que se investiguen las causas y los daños provocados por el incendio que el pasado viernes asoló un sector del Parque Regional de Cabo Cope y Puntas de Calnegre y que pudo ser intencionado.
Las llamas, cuyo origen se está investigando, consumieron parte del tarayal del Humedal del Charco, afectando en total a 1.500 metros cuadrados de vegetación, tarays en su mayor parte, que quedaron calcinados. Además, el fuego provocó la huida o desaparición y muerte de varias especies que habitaban, nidificaban o tenían su refugio en el precario humedal, que está incluido en el Inventario Español de Zonas Húmedas(BOE-A-2019-8692) en reconocimiento a sus grandes y precarios valores naturales.
Desde hace tiempo, la asociación ecologista AMACOPE realiza el control y seguimiento de todas las especies del citado lugar, que cobija a diversos hábitats característicos de zonas húmedas, donde domina el bosque de tarays (Tamaris canariensis), junto con formaciones de pastizales y saladares (Salsola papillosa, Suaeda vera, Saliconiafruticosa, Anabasis hispánica, etc).
En el espacio natural ahora arrasado por el incendio estaban nidificando, o ya tenían crías, numerosas especies como el ruiseñor común, alzacola rojizo (Cercotrichas galactotes), curruca cabecinegra (Curruca melanocephala), serín verdecillo (Serinusserinus), urraca común (Pica pica), gorrión común (Passer domesticus) y papamoscas gris (Muscicapa striata).
Además, esta primavera se había observado la presencia de otras aves llegadas para descansar y alimentarse en su migratorio viaje prenupcial, entre ellas la curruca mosquitera (Sylvia borin), el carricero común (Acrocephalus scirpaceus), el colirrojo real (Phoenicurus phoenicurus) y el zarcero políglota (Hippolais polyglotta).
También habitaban en el humedal el sapo corredor (Epidalea calamita) que se entierra bajo los tarays calcinados, y el tejón común (Meles meles).
(Pie de foto: Alzacola rojizo fotografíado en el humedal del charco el 27 de mayo de este año. AMACOPE)
Además de lamentar y denunciar públicamente este nuevo atentado medioambiental, el colectivo AMACOPE recuerda que el Parque Regional de Cabo Cope y Puntas de Calnegre todavía carece de una figura real de protección, ya que el Plan de Ordenación de Recursos Naturales (PORN) sigue sin aprobarse. Esta situación pone de manifiesto que el Gobierno de la región de Murcia carece de un plan de gestión para proteger un espacio natural que atesora grandes valores naturales, por lo que Cope y su maltratada Marina continúan en grave riesgo de caer en manos de proyectos meramente especuladores.