Alarma en Espinardo ante el inminente inicio de las obras de movilidad

Las señales de los técnicos dan la razón a Espinardo Colapsado y demuestran la pérdida de aceras y árboles

La estrechez de la acera resultante en algunos tramos podría no cumplir con la normativa

Recuerdan que la concejal prometió no iniciar las obras hasta que estuviera en marcha un aparcamiento disuasorio del que nada se sabe a día de hoy

Las obras ponen en peligro comercios y terrazas, y amenazan con hacer imposible aparcar en el pueblo

Los vecinos denuncian que estas obras supondrán acabar con la vida de la calle Mayor al convertirla en una nueva Carretera de Alcantarilla

La aparición de los técnicos y la señalización en la calle Mayor de la zona que será objeto de intervención ha puesto en alerta a los vecinos de Espinardo.

Las marcas de los técnicos dan la razón a Espinardo Colapsado y demuestran que las obras supondrán la eliminación de los árboles y la reducción de la acera en la vía principal del barrio murciano, llegando en algunos tramos a perderse más de 1,70 metros.

El empeño del Ayuntamiento de Murcia por duplicar el número de carriles en esta calle estrechará las aceras hasta tal punto que, en algunos tramos, podría no cumplir con la normativa y dificultaría enormemente el paso de sillas de ruedas, carros de bebé o familias en una zona de acceso a tres colegios.

La actuación de los técnicos ha pillado por sorpresa a los vecinos, ya que la concejal Carmen Fructuoso se comprometió públicamente a que las obras no se iniciarían en Espinardo hasta que no se pusiera en marcha un disuasorio del que nada se sabe a día de hoy.

Por eso, los vecinos exigen a la concejal que cumpla con su palabra y no inicie unas obras que, según denuncian los vecinos, pone en peligro a comercios y terrazas, además de hacer imposible aparcar en el pueblo ante la pérdida de más de 200 plazas.

Denuncian los vecinos que estas obras supondrá acabar con la vida de la calle Mayor al convertirla en una carretera de Alcantarilla y convertirá el lugar por el que ahora pasean los vecinos en un lugar incómodo y peligroso, y todo para que los cientos de autobuses diarios que está previsto que circulen por ella ganen menos de un minuto, aunque sea a costa del comercio y la vida de un pueblo.

Este sitio web utiliza cookies para facilitar y mejorar la navegación. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso. POLITICA DE COOKIES