CCOO Enseñanza denuncia la desidia de las autoridades por su inacción ante los continuos incendios provocados en los alrededores del CEIP Antonio Delgado Dorrego

El colegio de Sangonera La Verde sufrió hoy su cuarto incendio en los últimos siete días, el décimo desde agosto, debido a las deficiencias en las instalaciones del centro educativo, que han necesitado la intervención de los bomberos y Policía Local, ante la incomprensible pasividad del Ayuntamiento de Murcia y la Consejería de Educación para garantizar la seguridad del alumnado y de los trabajadores.

La sucesión de los últimos incendios en los alrededores del CEIP Antonio Delgado Dorrego comenzó el pasado domingo; siguieron otros dos el miércoles y el jueves; y, el último, en la mañana de este sábado. Además, tras los primeros cinco vividos en agosto y septiembre, hubo otro en el puente de la Inmaculada.

Por su parte, el personal del colegió observó que aquellos que están generando estos ataques vandálicos llegaron a cortar parcialmente el tronco de varios cipreses, lo que causó que se cayeran el pasado 13 de diciembre, sin que ningún niño y niña, así como el personal, padeciera afortunadamente algún incidente porque se encontraban dentro del edificio.

La Dirección del centro educativo, que ya está cansada de solicitar a las autoridades competentes que actúen de una vez por el altísimo riesgo de que se pueda producir un accidente con graves consecuencias, lamenta que los servicios de protección civil estén desbordados por sus escasos recursos de personal y denuncia que el Consistorio no hace nada para solucionarlo, ya que si quisieran ordenarían a la Policía Local un servicio especial de vigilancia.

Hasta el momento, la pedanía sólo ha intentado resolver esta situación con la colocación de cámaras de vídeo dentro del recinto del colegio, aunque no pueden grabar al exterior por ilegal.

CCOO Enseñanza califica de "extrema gravedad" la sucesión de incendios en los alrededores del CEIP Antonio Delgado Dorrego, después de que denunciara esta situación en septiembre y que exigiera al Ayuntamiento y a la Consejería de Educación que adoptaran medidas urgentes necesarias para atajar estos actos violentos, que están poniendo en serio riesgo la convivencia y están afectando el normal desarrollo de la vida escolar en el centro. ¿Las autoridades están esperando a que se viva una desgracia irreparable?

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