José Ballesta felicita a Concepción Lax con un ramo de flores en su casa de la Calle Mayor Su devoción a la Virgen de la Fuensanta es su mejor elixir: "Todos los años me llevan a verla y yo siempre le pido: 'Virgencica, dame un añico más", revela Concha.
102 años y en plena forma. Doña Concepción Lax Pina, ‘la abuela de Espinardo’, celebró hoy su cumpleaños rodeada de sus seres queridos, sus vecinos y el alcalde de Murcia, José Ballesta, quien quiso felicitarla en nombre de todos los murcianos y llevarle un ramo de flores hasta su casa de la Calle Mayor de Espinardo.
Quienes conocen a Concha -como la llaman cariñosamente sus vecinos de Espinardo, donde ha vivido toda su vida-, destacan dos cualidades: su bondad y su capacidad para adaptarse a los nuevos tiempos. El secreto de su longevidad “no lo sé ni yo” –cuenta-, aunque su devoción a la Virgen de la Fuensanta es su mejor elixir: “Todos los años me llevan a verla y yo siempre le pido: ‘Virgencica, dame un añico más”, revela Concha.
‘La abuela de Espinardio’, nació el 13 de abril de 1915 en la Senda de Granada. Se casó con 29 años con Andrés Valera Cascales, con el que tuvo a sus dos hijas, Carolina y Chitina, quienes destacan que todos los vecinos “quieren, respetan y, sobre todo, miman” a su madre porque “es muy buena gente”.
Concha ha dedicado su vida a los demás. “Siempre ha cuidado a sus seres queridos y a las personas que la han necesitado: sus suegros, su madre, su hermana y su marido”, señala su hija Chitina, quien añade que “también ha colaborado en los negocios familiares, porque es una mujer muy dispuesta y trabajadora”.
Concha guarda un especial recuerdo del Rosario de la Aurora y las fiestas de Espinardo y, aunque vive el día a día con energía y buen ánimo, echa de menos a las dos personas que le faltan: su marido y su nieto.