Nuevamente, la Plataforma en Defensa del Transporte Público, expresa por este comunicado la falta de transparencia del Ayuntamiento de Murcia en la redacción del nuevo modelo de transporte urbano para el municipio, con las modificaciones introducidas en él, tras el acuerdo con la CARM, por el que esta delega sus competencias en este ayuntamiento para la prestación de los servicios interurbanos de transporte de viajeros, Alcantarilla, Santomera y Beniel.

Según el procedimiento habitual, el Ayuntamiento de Murcia público en 2021 un primer proyecto al que se pudo hacer 252 alegaciones, la mayoría, 155, no fueron aceptadas.

Fruto de esas alegaciones, a finales de 2022 se aprobó el nuevo proyecto de transporte para el municipio.

Tras las pasadas elecciones municipales, se llegó a un entendimiento entre Comunidad y Ayuntamiento para volver a la situación, casi parecida, a la anterior al 3 de diciembre de 2021.

El ayuntamiento, ahora se hacía cargo de las líneas más controvertidas y que, fruto de la improvisación, produjo duplicidades y una pésima prestación de los servicios públicos (las líneas 44 y 36 entre ellas) durante dos años.

Ese acuerdo propició la modificación del plan aprobado en 2022 con uno nuevo que incluyera la plasmación de esos acuerdos.

El 7 de noviembre pasado se publicó en el BORM el Decreto de delegación de competencias de la CARM en el Ayuntamiento de Murcia para la prestación de los servicios interurbanos de transporte de viajeros citados con anterioridad.

Por otro lado, los proyectos de las concesiones de la CARM fueron aprobados por el Conejo de Gobierno en enero de 2023 tras un proceso de alegaciones.

Allí se rediseñaban todas las líneas de autobuses de la CARM agrupadas en 10 concesiones. Lo allí aprobado tampoco se parece en nada a lo publicado ahora en el BORM.

Tampoco aquí se ha tenido en cuenta lo que opinan en esos municipios aledaños al capitalino. Por de pronto, se han modificado doce líneas y se han creado dos nuevas.

El ayuntamiento ya presentó 46 nuevas modificaciones a la empresa encargada de la modificación y serán necesarias más modificaciones como consecuencia de esas primeras ya publicitadas. Son despropósitos tras despropósitos. La licitación municipal sigue sin presentarse; las regionales ancladas desde septiembre del año pasado.

Los autobuses eléctricos solo se usarán en tres líneas de pedanías, los de dos años sin aparecer y de los BTR solo han llegado tres de los once prometidos, el resto cumpliendo más años de los permitidos.

Despropósitos tras despropósitos. Ni participación, ni trasparencia. La Mesa del Transporte, propiciada en la primera legislatura del alcalde Ballesta, lleva sin reunirse desde diciembre de 2021 y debe hacerlo, como mínimo, cada seis meses. 

Murcia se queda sin autobuses eléctricos por falta de previsión 

Después de las presentaciones de un autobús articulado y de autobuses cedidos por la CARM, todos ellos eléctricos, desde esta Plataforma en Defensa del Transporte Público vemos con pesar como no se sigue actuando y salen ya a mejorar un poco el transporte en el municipio de Murcia. No planificar, no prever, no gestionar, no querer, no poder, no saber.

La verdad es que no sabemos cómo calificar la actitud de nuestros administradores (que eso son los políticos que nos representan) para con el tema de la movilidad y en este caso de los autobuses.

Mientras que en el término municipal de Murcia circulan autobuses con 20 o más años, viejos, contaminantes, con un mal mantenimiento que causan averías casi a diario, los autobuses eléctricos duermen en las cocheras de LAT, cómo antes en las naves de la ITV de Alcantarilla, a la espera de disponer de instalaciones eléctricas capaces de proporcionar la potencia necesaria para que puedan circular con regularidad. No importa, no corre prisa, pensarán nuestras autoridades. Y todo viene de un mal planteamiento, fruto de un nulo interés.

El ayuntamiento va y dice, el 20 de diciembre de 2024, que “compra” siete autobuses articulados 100% eléctricos sin pasar por los cauces habituales.

Pero no piensa más allá de la nota de prensa y las fotos de rigor, puesto que no articula ningún método para propiciar que, cuando lleguen, ya estén preparadas las cocheras.

Pero en las cocheras municipales de Transportes de Murcia solo entienden de gas para cargar sus autobuses; y las de LAT, todavía no municipales, tampoco está preparada pues funciona a base de gasoil; la concesionaria, lógico, no invertirá en algo que no le compete.

Y la CARM tampoco ayuda, pues llega a acuerdos por los de Cartagena, Molina, Alcantarilla y Santomera para instalar en sus territorios cargadores suficientes para los autobuses que previamente había comprado.

Curiosamente, si ya estaba pensado que el Ayuntamiento de Murcia se hiciera cargo de parte de los autobuses de la CARM, esta no firma ningún convenio para instalar aquí esos cargadores y, por supuesto, el ayuntamiento tampoco mueve ficha.

En vez de acelerar la licitación de la nueva red de autobuses, se van por las ramas con autobuses eléctricos ni prever donde cargarlos. Básico. Ni tan siquiera en Santomera, que de un primer momento dispondría de 5 puntos de carga, se pasan a 10 y ahora no se ceden al Ayuntamiento de Murcia.

Y los cargadores de Disfrimur no se habrán montado por un por si acaso, tendrán un uso diario que no permitirá ceder diariamente para cargar los autobuses cedidos por la CARM.

Mientras tanto, ni autobuses eléctricos, ni los “semi” nuevos, ni licitación. Nada. Y la navidad llamando a la puerta.