El alcalde de Murcia, José Ballesta, ha presidido la reunión de Junta de Portavoces para abordar los asuntos que se debatirán en el Pleno Ordinario del mes de octubre de 2025, que se celebrará el próximo jueves 30, entre los que destacan la aprobación de los Presupuestos Municipales de 2026 y el análisis de los costes derivados del corte de suministro de agua potable en las pedanías del Campo de Murcia, entre otros temas.
Presupuestos 2026: estabilidad, inversión y servicios públicos
El Ayuntamiento de Murcia presentará un presupuesto que refleja la solidez económica del Consistorio y la continuidad del proyecto de ciudad. Las cuentas municipales crecen un 8%, situándose por encima de los 27 millones de euros, a los que se suman los 30 millones de remanentes incorporados mediante expediente de crédito.
El 78,5% del presupuesto se destina a la mejora de los servicios públicos, mientras que los casi 130 millones de euros en inversiones permitirán desarrollar proyectos transformadores centrados en la recuperación del patrimonio y la movilidad sostenible. Educación y deporte adquieren también un papel destacado.
Este presupuesto, que garantiza la estabilidad financiera y el cumplimiento de las reglas fiscales, se debatirá en el Pleno de este mes, permitiendo su aprobación en tiempo y forma por tercer año consecutivo y asegurando su plena vigencia a partir del 1 de enero de 2026.
El Ayuntamiento exige a la Mancomunidad asumir los costes del corte de agua
Otro de los puntos destacados de la reunión de esta mañana ha sido el análisis de los sobrecostes generados por el corte de suministro de agua potable en las pedanías del Campo de Murcia, provocado por una avería en la Mancomunidad de los Canales del Taibilla (MCT).
El Ayuntamiento ha reclamado que la MCT asuma los más de 325.000 euros de gastos extraordinarios ocasionados, además de indemnizar a los vecinos y empresarios afectados de Sucina y Gea y Truyols.
Gracias a la labor de Aguas de Murcia, se logró reducir el número de vecinos afectados de 27.000 a 13.000, mediante un despliegue logístico que incluyó el suministro con cubas y el uso del sistema de bombeo y almacenamiento de La Pinada. Más de 25 personas trabajaron en turnos especiales para minimizar el impacto.